lunes, 7 de agosto de 2017

La historia de mis uñas, un cuento de nunca acabar...o sí.



   Desde que tengo conciencia recuerdo a mi madre con las uñas largas y siempre pintadas (normalmente con los colores perlados que se llevaban antes o tonos discretos, nunca ha sido ella de tonos rojos). Aunque ahora le están dando algún que otro problemilla, sus uñas siempre han sido gruesas y duras como el acero.
   Desde pequeña soñaba con tener las uñas largas y fuertes de mi madre, pero la naturaleza no lo quiso así, por lo que he tenido que lidiar mucho con ellas y, sobre todo en los últimos tiempos, he realizado multitud de tratamientos, unos con mejor resultado que otros, también según qué momentos de mi vida o también unido a qué tipo de agresiones he sometido a mis uñas.

   Hoy voy a hacer un repaso de mi historial uñil desde el año 2013 hasta mediados de Julio de este año. Sin embargo, os adelanto que la foto que abre esta publicación es de finales de Julio, pero de cómo han recuperado a última hora ese aspecto sano os lo contaré en breve. Así que vamos ahora a remontarnos 4 años atrás:




   Ya en el año 2013 realicé un tratamiento con Better Be Tough de Ünt que me resultó bien, pero que como muchos de los tratamientos que he realizado tiene el inconveniente de que no puedes pintarte las uñas mientras lo usas... y en mi caso los tratamientos siempre tardan mucho en hacerme efecto, lo cual es desesperante.

   Mi siguiente crisis uñil importante me vino a mediados del año 2015, en el que mis uñas llegaron a verse así de mal:



   Además de que se veían hiperfinas, estaban totalmente abiertas en capas, por lo que, tras consultarlo con mi doctora decidimos intentar un tratamiento con un producto para las uñas con efecto antifúngico, por si era ése el problema base de mis uñas.

   El tratamiento del que os hablo se llama Amorolfina (es el nombre genérico del principio activo, pero si os digo Odenil lo mismo os suena más).



   
   Dentro del estuche encontramos además del barniz, 30 limas, 30 toallitas limpiadoras envasadas individualmente y 10 espátulas aplicadoras.

   Modo de uso:


   Primero hay que coger una de las limas y pasarla por la superficie de las uñas a tratar.


Abrir una de las toallitas y limpiar cada una de las uñas.


Con la espátula aplicar el esmalte por la superficie de las uñas.


Una vez seco queda como un esmalte transparente con brillo.

   El tratamiento hay que repetirlo a menudo (al principio lo hacía a diario), retirando previamente el esmalte con las toallitas limpiadoras que trae el estuche, por lo que mientras duró el tratamiento apenas pude pintarme las uñas, lo cual fue otra vez desesperante.

   El tratamiento fue largo y, de nuevo, era incompatible con poder pintarme las uñas, pero finalmente conseguí que lucieran así:




   Y así llegamos a Marzo del 2016, momento en que mis uñas estaban bastante bien, solía llevarlas pintadas y siempre protegidas con alguna de las bases de tratamiento de Masglo, como en esta foto que os enseño, con la base tratamiento fortalecedora con ajo y limón:




   Peeeero, en Abril de ese mismo año mi hijo hacía su primera comunión y a mi se me antojó ir a que me hicieran unas uñas del gel con manicura francesa para la ocasión. La verdad es que disfruté mucho mientras llevé las uñas de gel, el problema vino cuando me las quité, mis uñas quedaron muy debilitadas y volvimos a las andadas con ellas. De Mayo de 2016 a Mayo de 2017 fue por rachas, hubo épocas en las que estaban mejor, me aventuré a probar esmaltados semipermanentes, sobre todo quería usar en mis uñas los polvos de sirena que os enseñé en instagram por el mes de marzo... y una cosa llevó a al otra y cada vez mis uñas estaban peor hasta que en Mayo de este año se veían así:



   Fue entonces cuando mi podóloga me comentó que no creía que fuera un problema de hongos y me recomendó que, en lugar de volver a la Amorolfina, que probara con Betalfatrus, un producto de venta en farmacias y parafarmacias que remineraliza la uña y favorece su crecimiento. Promete además resultados visibles en 2 semanas, así que se me presentó como la solución a mis problemas. Su precio ronda los 20/25€.




      Betalfatrus es de uso diario y se aplica como un esmalte de uñas, pero a diferencia de la Amorolfina, una vez seco no se nota que lo llevas puesto, es totalmente incoloro y no deja brillo. Aunque no se aprecie a simple vista, deja una capa invisible sobre la uña que es hidrosoluble, por lo que debe aplicarse todos los días justo antes de acostarte porque se va si te lavas las manos. De esta manera te aseguras que te hará efecto durante la noche.




   Aunque promete uñas más fuertes en sólo 14 días, mis uñas, como siempre os digo tardan más en reaccionar a los tratamientos.
   Estuve usando Betalfatrus desde principios de mayo hasta mediados de Julio y, aunque mis uñas mejoraron en dureza y en aspecto, tampoco es que estuvieran al 100%.



   Para entonces ya estábamos casi a mitad de verano, yo llevaba ya demasiados meses en los que apenas podía pintarme las uñas (sólo lo hacía en alguna ocasión muy concreta) y mi desesperación llegaba ya a un grado máximo.

   Decir que Betalfatrus no me funcionó sería faltar a la verdad, porque como veis en la foto de mediados de Julio, mis uñas se veían mejor, aunque no lo suficientemente bien.

   Y fue entonces cuando llegó a mi vida un nuevo producto del que os hablaré en mi próxima publicación... volví a poner en uso mis bases de tratamiento de Masglo... y hace poco he empezado a pintarme las uñas de manera regular.

   A finales de Julio mis uñas se veían como os he mostrado en la foto que abre esta publicación. Os dejo una foto más en la que se aprecia la mejoría que han experimentado mis uñas durante la última quincena de julio. En la foto aparece también otra de las bases de Masglo con las que protejo mis uñas antes de la manicura.



   En la próxima publicación os descubriré un nuevo producto que me está funcionando de fábula tanto en la manos como en las uñas.

   ¿Cómo son vuestras uñas? ¿Habéis tenido tantos problemas con ellas como yo? ¿Cómo las cuidáis? 


   Besis.

24 comentarios:

  1. Hola bonita. Me he quedado con ganas de saber que producto es! Mi madre las tiene fatal de tanto usar lejía . Bueno tendré paciencia.
    Besos y feliz lunes.

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    1. Hola, pues te adelanto un poco: la clave es el cuidado con bases de tratamiento y la hidratación con cremas específicas. El el caso de tu madre, si usa mucho la lejía es seguro que tiene las uñas (y la piel de las manos) muy deshidratada. Eso sí, siempre hay que descartar otras patología, ya ves que en mi caso incluso probé un tratamiento anti hongos...
      Saludos

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  2. Si que has probado opciones. Yo las tengo muy duras, pero a mi hermana le pasa como a ti, estaré atenta a esa recomendación.
    Un besote!

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    1. Yo cruzo dedos porque me las estoy viendo cada vez más fuertes y sanas.
      Besis

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  3. Yo también recuerdo a mi madre con las uñas largas pero en su caso rojas, siempre rojas, yo no he tenido nunca problemas con ellas, siempre han sido duras y fuertes ahora me las pinto muy poco, porque no me apetece, no hay ninguna otra razón,pero me las he pintado y mucho y las he llevado muy largas porque cuando era jovencita era la moda, llevar las uñas largas y rojas, y las he llevado mucho tiempo así, nunca he ido a que me hicieran la manicura, no me gusta las uñas de gel ni los esmaltes de gel ni el nail art aunque reconzoco que es muy artístico y hace falta mucha paciencia pero me gustan las uñas lisas y con esmaltes satinados, por si te sirve de algo frotarse las uñas con un limón es un remedio eficaz y barato, las blanquea y endurece, pero yo tengo las uñas fuertes.


    Besos

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    1. Gracias Reme, pues por probar que no quede, ahora las tengo mucho mejor, pero eso no quita que probaré tu consejo del limón.
      Besis

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  4. Yo he tenido algún problemilla que otro, y generalmente asociado a estrés y bajadas de defensas a lo bestia. Al final, las acabo recuperando, pero huyo de esmaltes que huelen demasiado fuerte, de pegamentos, de manicuras permanentes, geles, y simpatizantes.
    Besos!

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    1. Ains, si yo se que no me convienen las uñas de gel y las manicuras permanentes, pero es que soy muy débil y acabo cayendo, que a mi me gusta probar todo... y sí, también creo que a mis uñas les afecta el estrés y yo vivo en un estrés constante.
      Besis

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  5. A mi las bases de Masglo me han funcionado muy bien todas las que he probado pero sobre todo la de tratamiento de ajo y limón y la fortalecedora. En cambio mi madre por un problema de hongos pasó de tener las uñas largas, fuertes y muy duras a partirse de lo blandas que las tenia por culpa del tratamiento de los hongos, el producto que le ha funcionado de maravilla ha sido el que compré en la feria de belleza de la marca Peggy Sage (no recuerdo si tu también lo compraste). Es un tratamiento que hay que aplicar dos días seguidos y al tercero se quita,así durante unas semanas pues mano de santo!!! Esta mas contenta :-)

    Besitos

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    1. Sí que me lo compré, pero no lo he nombrado aquí porque lo usé poco... efectivamente enseguida empecé a notar que se volvían más duras, pero también muchísimo más frágiles y con cualquier golpecillo me saltaba un cacho (no se si me explico bien, las tocabas y estaban duras, pero se partían de golpe con cualquier cosa, uff, algo super raro de explicar).
      Quizás más adelante me anime a darle otra oportunidad, pero ahora que se me están poniendo tan bien no quiero arriesgarme a fastidiarlas otra vez.
      Besis

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  6. Yo hay meses que las tengo imposibless. Ahora la estoy fortaleciendo.
    Tomo nota de tu tratamiento.
    Besitos

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    1. Además de fortalecerlas no te olvides de hidratarlas, de ese tema os hablaré en la próxima publicación.
      Besis

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  7. pegada me tienes!! gracias por la cronica y las fotos lo hace mas visual! besitos!

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  8. A mí esa base de Masglo me funciona muy bien pero lo que realmente me las endureció (yo siempre me he mordido las uñas y las tenía muy débiles) fue un producto de Mavala, el endurecedor científico. Un besote

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    1. Ése también lo probé en un momento dado, pero se me seguían abriendo en caspas, eso sí, más duras las tenía.
      Besis

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  9. Guauu, si que has tenido crisis uñiles!, jajaja, pero las sacas otra vez. Todo afecta, los productos, nervios, y si eres de tener la uña débil más todavía.
    Un beso guapetona, me ha gustado mucho la entrada!

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    1. Sí, que he tenido, sí... y éstas son sólo las más importantes y los tratamientos que he seguido más en serio, porque lo que son productos endurecedores normales he probado unos tantos también.
      Besis

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  10. Hola María José!Una entrada muy completa con mucha información interesante.
    Te sigo y te animo a pasar por mi blog y a seguirme si quieres.Bss

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  11. Hola guapa. Me he sentido muy identificada contigo porque yo tengo un problema constante con mis uñas hasta él extremo de que apenas puedo pintarlas y si me las pinto él mismo día quitármelas. Se me rompen mucho y se me quiebran y he usado de todo pero nada y como tampoco soy partidaria de tomar pastillas.... En definitiva que lo que hago es nutrirmelas con aceite de almendras y limón y me echo lo de mavala que hace que las protega y con eso voy tirando. Besos guapa :)

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    1. Pues no vas nada desencaminada, después de tantos tratamientos me he dado cuenta que lo que mis uñas necesitan es nutrición, mucha nutrición... y, por supuesto, una buena base tratante antes de la manicura.
      Besis

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  12. Yo tenía las uñas como tú. Me alegro que las tuyas se hayan recuperado.

    Besos

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  13. carai que fastidio, yo tengo suerte y siempre las he tenido como tu madre, duras. me alegro que poco a poco las vayas mejorando

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